viernes, 10 de diciembre de 2010

25. Vergüenza debería darte

Texto que tenía reservado y hoy quiero publicar nuevamente porque simboliza un antes y un después, en cuestiones de catarsis:

"...juajauaj mirá ese pobre pelotudo lo que le pasó juajaua... viste, viste, escucha lo que dice, del golpe algún coagulo le quedó dando vueltas y no puede recordar, jajajaaj pobre guaso..."
Y dale, sigámonos riendo de la desgracia ajena, total nosotros somos perfectos y nada de eso nos puede pasar.

Que manera de ejercitar horas y horas, diariamente, el oficio de burlarse de la gente, del vecino, de ese otro "argentino" que ha tenido una desgracia.

"Mira, pobre guaso, que triste (seguido de: juajuajua)" - dicen éstos de forma tal que uno, escuchándolos, no logra entender que tienen educación universitaria (o que estan por terminarla).

Una persona, que después de haber cursado más de 17 años en escuelas, no logra un mínimo de respeto al prójimo. ¿Serán los padres, será el barrio, será la escuela o será que es Cordobés, que es Argentino?

¿Será que nuestra educación no enseña el respeto?

Pareciera que el tristísimo nivel de nuestros valores es tan generalizado que trasciende las fronteras de la educación, y no se queda ahí, también del nivel social, el económico; no hay nada de diferencia.
Tanto el que predica el evangelio, como así también el superado y el humilde, todos juntos se ríen de la desgracia ajena.

Cuando uno logra ver que ha dejado de ser parte de ese grupo me hace sentir muy bien (que bueno ver esa diferencia), pero me da bronca, mucha bronca que éstos, que "supuestamente" son parte del futuro del país, sean los mismos que se quejan de las condiciones laborales, de los políticos de turno, que se quejan del caos del tránsito, y sean simplemente tan hipócritas ( y lo escribo con minúscula y no lo subrayo ni lo pongo con negrita, porque el hecho de escribir esa palabra ya me da nauseas). En realidad da nauseas tener que compartir un almuerzo frente a tales individuos.

Un tipo se hace famoso en la tele porque después de un accidente pierde el conocimiento y dice cosas sin sentido, lo filman, la gente se le ríe, porque al estar internado no para de preguntar ¿y... Candela? ¿y... la moto?
Lo triste es que ese mismo personaje se hizo famoso por estar medio "lelo" por culpa de un accidente.
Que cosas mas extrañas que hemos llegado a valorar.
 "...y si el tipo firma un papel para que lo muestren en la tele... y ademas está de acuerdo que yo me ría de él, porque no he de reirme"


Es como una complicidad encubierta por valores culturales.


Similar a lo que se suele escuchar muchas veces: "yo tiro el papel en el piso, si total todo el mundo lo hace"...


(Foto habitual de las calles de Córdoba, uhhh perdón, de la "docta" la ciudad de los "doctores", de los universitarios)

Tener la escusa siempre a flor de piel, más allá de lo triste que suene, tener la respuesta lista a lo que no se puede responder.
Nunca alcanzar la claridad por miedo a ser ridículo, porque solo un ridículo se atrevería a decir, "...sabes que tenes razón, no se porque me río de ésto..."

¿Tendré razón?
¿Seré yo un inadaptado social?
¿Será que hay que ser "así" para ser un tipo socialmente aceptado?

Hoy en el almuerzo me sentí, como suelo sentirme muchas veces, como una persona rara, y bastante desencajado de los valores actuales que pregona esta sociedad.

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