Es tarde y estoy solo, solo como nunca antes había estado, solo con el alma perdida.
A veces la soledad nos hace pensar, nos hace sentir cosas que olvidamos al estar acompañados.
La soledad se convierte en tristeza y la tristeza en melancolía, la melancolía en anhelo, pero siempre en base a la soledad.
Cuando se deja de creer, se pierde el horizonte. Uno termina mareado.
Los detalles lo son todo y cada uno pesa más que miles de días, los días se olvidan, solo quedan detalles, problemáticos detalles, que nublan la vista.
El árbol tapa al bosque, falta más apertura, falta otro enfoque, falta cambiar la posición para ver otra cosa que simples detalles.
Mañana reiré de éstas palabras o simplemente lloraré desconsoladamente.
No es fácil dormir, solo.
La soledad de los demonios que me han encarcelado, que me han aislado, la soledad que he creado.
La soledad que vivo al estar acompañado.
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