Una práctica habitual en muchas culturas, cuando justamente, la cultura se ve de alguna forma amenazada, es la utilización del destierro definitivo o el traslado a zonas despobladas o inhóspitas de aquellas personas que parecen ya no pertenecer a dicha cultura o que no comparten sus valores.
Esta movilización de ciudadanos que aparentemente no cumplen, o no son aptos, o modifican (en una forma no consensuada por la mayoría o por los poderes que dominan una nación) la cultura ideal, es considerada actualmente un acto inhumano, y se lo encasilla en formatos repudiables como la persecución política y el racismo.
Pero tambien existe el exilio, que es la forma sumisa de aceptar las diferencias e irse.
En nuestro tiempo, esas movilizaciones (por exilio o por destierro) de personas sigue existiendo en muchas partes del mundo y en algunos lugares llegan a ser masivas.
Por supuesto existen las campañas en su defensa, pero solo parecen encontrar un gran negocio a sus alrededores (guerras, armas, drogas, medicamentos, comida, prostitución, etc.).
En realidad, esas prácticas tienen que ver con reacciones más bien instintivas de un grupo de gente que se considera unida y rechaza a otra que no considera igual. Dentro del juego, hay que considerar que toda esa gente que no se considera igual, logra unise por el rechazo sufrido y de esta forma tenemos dos bandos.
Desde el raciocinio dominante de estos días parece una brutalidad, pero desde el instinto censurado parece lógico que suceda.
Las personas que se mantienen unidas logran "ecualizarse", se equilibran, se mantienen dentro de ciertos parámetros y lo que no logra asimilarse al resto es rechazado.
Si un grupo de mujeres convive un determinado tiempo, todas ellas terminarán ovulando en los mismos días.
Comprobado científicamente, pero sin demasiadas respuestas a ese instinto natural.
Vean a la gente que convive todos los días en una fábrica, en una institución, en una escuela, en la propia familia, todos están de cierta forma "ecualizados", pero si eso no sucede, existen dos opciones: se van del grupo o son expulsados.
Esa separación o falta de sentido de pertenencia pasa todos los días y puede verse en una fábrica, en una institución, en una escuela y en las familias también, y que mejor ejemplo que San Francisco de Asís. O acaso no han sido despedidos o no renunciaron o no han sido aceptados por determinado grupo dentro del colegio.
La razón justifica una verdad de orientación científica de que todos somos iguales, pero por dentro sabemos que algo no termina de cerrar.
Por suerte, yo no me siento igual a todos.
Entonces la igualdad de derechos que las leyes racionales quieren imponernos son defectuosas o incompletas porque no contemplan esos aspectos instintivos que parecen algo de la era de piedra y sin embargo es algo habitual de todos los días.
Mostrar o aceptar el instinto natural es el mayor tabú de la humanidad.
Volviendo a esta práctica que comentaba anteriormente del destierro y el exilio, es similar en muchos aspectos a la pena de muerte, a la eutanasia, a las limpiezas raciales, a la dominación, a la tiranía, es parte de un pensamiento que no acepta grises, es blanco o negro.
Es verdad, son soluciones de tipo drástico, enfocados en la "tábula rasa", borrón y cuenta nueva o mas bien como una solución rápida y de supervivencia.
Si nos enfocamos en nuestra nación, la querida Argentina, esta patria que festeja y alza su bandera solo en los mundiales de fútbol, el destierro no ha sido una práctica muy común, no así el exilio.
Grandes personajes, pensadores, políticos, presidentes y artistas han utilizado el exilio para salvaguardar sus propios intereses por el hecho de no ser "aceptable" para la sociedad en un momento determinado.
Y no solo esos personajes conocidos, muchos científicos, estudiantes, profesionales y familias enteras han exiliado por diferencias de valores con el resto de los que se quedan.
Pero sucede algo particular, mucha gente se queda porque aceptan los valores reinantes, pero una gran mayoría son adaptables e imperceptibles, casi camuflados.
Siempre ha quedado en el país un gran porcentaje de grises, que "no les va, ni les viene" como dice el dicho, que siguen a la manada, que siguen al más fuerte porque se sienten inferiores.
Hoy en día los gobernantes de este país han dividido a la sociedad, hoy 9N, luego de la demostración pacífica y antipolítica que parte de un grupo de la sociedad ha logrado demostrar, enciende y marca a fuego una línea de división donde unos consideran que otros están totalmente equivocados.
Hoy 9N queda de manifiesto que cierta parte de la sociedad no acepta a otra gran parte.
Si esta situación sigue manifestándose con esta fuerza puede ser el principio de un afloramiento de instintos que pueden llevar a diversos caminos, puede continuar el modelo de choque y división de la sociedad (muy rentable por cierto), puede surgir el pedido de destierro de los antipatriotas (el tema será definir quienes son), puede volver a movilizarse mucha gente al exilio... todo va a depender de una cosa, va a depender de la posición que adopten o mantengan los ciudadanos sumisos y grises que hoy son más del 70% de la población y que se maravillan de lo sucedido mirando la manifestación por televisión.
Lo más seguro es que el modelo se mantenga y continúe porque la cultura argentina es la de la adaptación y sumisión hasta que la soga llega al cuello, creo que dependerá de la mano que tira de la soga.