viernes, 28 de febrero de 2014

59. Vida humana "salvaje"

Por algún predomino genético desde el origen de la vida misma, el hecho de que algo predomine por sobre otra cosa, parece ser el fundamento de la trascendencia.
Un virus invasor siempre prevalece sobre un cuerpo enfermo y débil. A su vez, algunas bacterias se alimentan de algunos virus. A mayor debilidad, mayor cantidad de virus y eso significa, mayor alimento para las bacterias, pero siempre hay un factor común, un huésped.
Si las bacterias y virus fueran los animales, los vegetales y los seres humanos, entonces puede decirse que el huésped es el planeta tierra o, mejor dicho, el ambiente adecuado que provee dicho planeta.
Es extraña esta simbiosis entre tantos organismos tan disímiles, desde algunos que pesan varias toneladas a otros de millonésimas de gramo.

Esa simbiosis o equilibrio natural está dada por la puja constante entre todas estas especies, a veces ganan algunas y se imponen en lo más alto de la cadena alimenticia y a veces caen porque su reinado no tiene sustento al cambiar las reglas de juego.

Es interesante ver como ese equilibrio natural que nos permite nuestra vida es, a su vez, tan diferente a las supuestas virtudes "humanas", es decir, con aquellas virtudes con las que los humanos nos identificamos.

El concepto de humanidad plantea que tenemos un poder sobre todo y que debemos responder y ser responsables por poseer dicho poder.
Casi puede decirse que jugamos a ser dioses. O tal vez los dioses que respetamos y veneramos sean un simple reflejo de nosotros mismos, o el simple hecho de creer que alguien superior nos vigila, nos mantiene a raya por poseer semejante poder.
En fin, hemos creado una serie de mandamientos que identifican al humanamente responsable y ejemplar. Debemos cuidar al desamparado, curar al enfermo, proteger al débil y rezar por la igualdad entre todas las razas; un discapacitado es alguien con capacidades diferentes; debemos tolerar al prójimo aunque sus ideas sean irritables; debemos vivir en paz y armonía con el medio ambiente; decir la verdad y no engañar; debemos cuidar de las especies “inferiores”; en fin, son muchos los mandamientos que reza el espíritu humano.

Pero, ¡que contradictorios que resultan en la vida "salvaje"!, es decir, la vida no controlada por el ser humano, es decir, la vida controlada por la naturaleza misma.

Imaginen a un león cuidando un antílope lisiado y que por semejante suceso traumático se haya vuelto vegano.

Salvaje!
(http://media-cache-ec0.pinimg.com/originals/17/28/4e/17284e94909dbec3b754016458870028.jpg)

Por eso, la definición de salvaje se encuentra frente a una relatividad de su sentido ya que depende de la vereda en la que uno esté sentado. 
El hombre tiene sed de poder y solo la cultura creada a su alrededor lo mantiene a raya. ¿Leyes creadas tal vez?
El hombre, como el león, está siempre a un paso de saltar sobre la debilidad, sobre ese antílope que le falta una pata y solo el adormecimiento cultural lo hace entrar en un estado de sociabilización y se convierte en un “humano responsable”.

Por otro lado, pensemos en la domesticación de los animales. 
Un caballo, un burro, una mula atada a un palenque, una vaca siendo ordeñada, un canario o cotorra dentro de una jaula, un perro o un gato.
La domesticación que el hombre aplica a otras especies es una consecuencia de haber logrado erradicar su espíritu "salvaje". Al erradicarlo, esos animales “domesticados” hacen lo que el “amo” o “jefe” o “dictador” ordena.

Si hacemos una analogía con los animales, el camino se divide aquí en dos cuestionamientos:

1. ¿Cómo sería la vida humana salvaje? (según la vieja acepción de la palabra) Es decir, la vida “al natural”. ¿Cuando nos alejamos de esa forma de vida? ¿Sería posible volver? A veces llego a preguntarme si en realidad somos naturales.


2. ¿Acaso el hombre “civilizado” es una creación de hombres más fuertes para domesticar a los menos fuertes para que vivan en una sociedad? ¿Acaso vivimos dentro de una especie de zoo o granja ? Y si estamos domesticados y vivimos dentro de un zoo particular, ¿quién lo administra?

Hoy estamos siendo parte de un juego de otros, somos como los animales en cautiverio que ya no quieren vivir en la naturaleza, obvio si nos cuidan, nos curan, nos educan y nos ponen la comida en gondolas para que elijamos, todo a cambio de hacer unas cuantas monerias y, si nuestro nivel "adquisitivo" nos permite comprar un pasaje, nos vamos de zafari a ver como es la naturaleza en estado "cruda" arriba de un 4x4.



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